Esther Amaudruz 13.6.1925 - 1.5.1999
Falleció repentinamente, en la tarde de su 74º cumpleaños, pero dejó a sus amigos innumerables recuerdos de su amistad, como lo demuestran las decenas de mensajes, saludos y oraciones recibidas durante su hospitalización de cinco semanas.
Esther amaba su parroquia de la catedral de Lausana y era muy activa en ella, primero en el coro, luego en la acogida con los jóvenes, ocupándose de los niños y organizando retiros para los ancianos, y finalmente en el consejo parroquial.
Esther se ocupó de los pequeños de Kosovo en un picnic organizado por la parroquia, y que dio mucho: no sólo a su familia y a sus amigos, sino también a su ciudad, a su país, e incluso al mundo, y que se lo debía al Rearme Moral, que había ampliado su horizonte.
Tenía un sentido del humor y del servicio que la acercaba a los débiles, a los pequeños, a los necesitados. Esther tenía una fe que no mostraba tanto en palabras, sino en sus acciones. "Siempre tuvo a Dios como apoyo en las grandes dificultades de su vida".
En su última carta a Marielle Thiébaud, Esther escribió (5 de febrero de 1999) que sus caminos y senderos están sembrados de enseñanzas y riquezas. Alabado sea Dios, y que la encuentre fiel". Fue fiel hasta el final. Su oración fue atendida.
" La librería suiza" del 01.09.87 (con motivo de la jubilación profesional de Esther) Esther Amaudruz entró en la librería como en la religión. Con amor y fe. Su aprendizaje en Mack &Cie, en lo alto de la rue de Bourg en Lausana (ahora Librairie-papeterie Reymond SA) la puso en contacto con el librero más servicial y exigente, el sorprendente Willy Ryser. Él la inició en las alegrías y servidumbres de la profesión con inteligencia, le inculcó el respeto por el trabajo bien hecho, el desprecio por las soluciones fáciles, por los descuidos.
De "Mack tiene todo" (eslogan debido al ímpetu de Marcel Mack), Esther pasó a Payot. No en el fondo de la Rue de Bourg, sino en Payot Berna, Montreux, Zúrich y finalmente Lausana. Cuando Ernest David dejó la dirección de la Librairie de l'Ale, Esther Amaudruz se hizo cargo de ella y obtuvo excelentes resultados. Volvió a Payot Lausana hasta que fue contratada por la BCU (Bibliothèque Cantonale et Universitaire), donde Esther se jubiló el 30 de junio.
Desde sus primeros años, Esther tuvo una revelación del poder divino. A través del Rearme Moral que la enriqueció con sólidas convicciones, charlas, encuentros y viajes edificantes. Se dedicó (y sigue haciéndolo) al Movimiento con generosidad.
