Frank Ledwith pasó directamente de la escuela en el Hospital de Cristo a un negocio muy inusual, la gestión de asociaciones de seguros mutuos para los armadores. Estos "clubes" aseguran las responsabilidades que no suelen estar cubiertas por Lloyd's o las compañías de seguros.
Su trabajo es variado, vistoso y con un marcado carácter internacional. Aunque sin formación formal, pasó de ser oficinista a ser el segundo más veterano de dieciséis socios. Su bufete se convirtió en el mayor del mundo en su género. Cuando se jubiló, en 1972, la empresa tenía un volumen de negocio dos veces superior al que tenía cuando se incorporó.
Muy pronto en su vida empresarial conoció las ideas del Rearme Moral y participó con entusiasmo en su trabajo durante más de cuarenta años y en muchos países. Tenía fuertes convicciones sobre el papel de la gestión en el mundo moderno y sobre las ideas que deben regir la industria, el comercio y las profesiones. Ocupó varios puestos de voluntario y fue consultor industrial. Fue autor de varios libros.