En mayo de 2010, Margaret Jackson descubrió una placa en el número 64 de Baker Street, en Londres, que marca la sede de la Dirección de Operaciones Especiales (SOE) en tiempos de guerra. "Lo hago", dijo, "con gran humildad, en memoria del liderazgo y de los hombres y mujeres profesionales, aficionados y dedicados de Gran Bretaña y de otros países aliados que sirvieron incansablemente aquí y cerca de Baker Street para fomentar el espíritu de resistencia -el espíritu de libertad- en todo el mundo, hasta que se consiguió la victoria".
Allí, 70 años antes, Jackson, de 23 años, se había incorporado al personal de la SOE como secretaria y asistente personal de su director ejecutivo, el brigadier (más tarde general de división) Colin Gubbins. Jackson se había graduado en Lenguas Modernas en la Universidad de Londres cuando su hermana mayor, Anne, que trabajaba en el Ministerio de Guerra, se enteró de que Gubbins buscaba una secretaria que hablara francés. La fuerza de sabotaje, fundada en 1940, fue encargada por Churchill de "incendiar Europa" mediante actos de guerra de guerrillas en los países ocupados por los nazis.
Jackson se unió a Gubbins en París, donde dirigió la misión establecida para enlazar con los movimientos de resistencia dirigidos por las autoridades polacas y checas en el exilio. El 9 de mayo de 1940 las divisiones blindadas alemanas invadieron Francia. Jackson escapó a Londres en un barco hospital que transportaba soldados británicos heridos y que zarpó de San Malo al día siguiente de la toma de París. Al día siguiente, un oficial del ejército francés, Charles de Gaulle, hizo un llamado a todos los franceses para que se unieran a él en Londres.
