Pauline Maclachlan-Strongman, nacida en 1942 y fallecida en 2000, manifestó la gloria de Dios en su interior. Vivió para permitir que otros crecieran y trajo esperanza y sanación a muchos. Su brillante ejemplo es una inspiración constante y un desafío para todos nosotros. Pauline tenía muchos dones y cualidades de Dios. Su entusiasmo no tenía parangón. Cuando Pauline estaba involucrada, no había medias tintas. Tenía un espíritu vibrante, una sonrisa alegre y un gran sentido del humor. No podías estar con ella mucho tiempo sin ver una repentina chispa de picardía en sus ojos, seguida de su característica risa alegre y contagiosa. Hizo amistades duraderas allá donde fue. Tenía amigos en Pune, India, así como en Alemania y Suiza, donde se quedó y visitó con frecuencia.
Era una verdadera amiga que lo dejaba todo cuando se la necesitaba, compartía altibajos y daba esperanza y fuerza a los demás. Pauline tenía un "gran" corazón abierto a todos, un corazón lleno de compasión, especialmente para aquellos que se enfrentaban a situaciones y condiciones de vida difíciles. Esto dio lugar a amistades duraderas con personas de Europa del Este, a través de todos los cambios políticos. Sus amistades con personas de estos países se vieron especialmente facilitadas por su dominio del francés, el alemán y el ruso. En Gran Bretaña, ofreció su apoyo y amistad a quienes tenían responsabilidades locales y nacionales en el ámbito de la justicia social y racial.
Le gustaba la música, tenía una bonita voz para cantar y tocaba el piano. Y ciertamente no hay muchas chicas inglesas que puedan decir que estuvieron en una banda de música en los albores de la Fiesta Nacional de Suiza. Cuando vivía en Caux, era miembro de la banda de música de Glion, que estaba encantada de tenerla en sus filas. Cuando se marchó, le regalaron la trompeta con la que había tocado durante los últimos años.
Pero, a pesar de todos sus viajes, nunca olvidó sus raíces, su familia y sus amigos en casa. Por eso, su regreso a la zona de Liverpool le trajo grandes alegrías: - su matrimonio con Ian, hace dos años, le proporcionó una gran felicidad al tener un compañero que compartía sus creencias; - trabajar con Ian para el "Industrial Pioneer", un periódico que publicaba historias de esperanza y de trabajo en equipo creativo en el ámbito de la industria; - la posibilidad de cuidar de su madre, que vivía cerca y que falleció hace sólo 18 meses, por no hablar de vivir cerca de otros familiares. Éstas son sólo algunas de las cosas que Pauline ha agradecido especialmente en los últimos años. Sus compromisos locales, sin embargo, nunca le impidieron seguir cuidando de sus amigos en otros países, y amigos de todo el mundo, viejos y nuevos, siguieron entrando por la puerta de su hospitalario hogar.
