Durante cinco décadas dirigió las finanzas centrales del Grupo de Oxford, la organización benéfica cristiana que hacía campaña bajo el nombre de Rearme Moral (RM, ahora Iniciativas de Cambio).
Durante cinco décadas, mi amigo y colega John Rainbow, que ha fallecido a los 92 años, gestionó las finanzas centrales del Grupo de Oxford, la organización benéfica cristiana que hizo campaña bajo el nombre de Rearme Moral (RM, ahora Iniciativas de Cambio). El objetivo de la organización benéfica, creada en 1938 cuando se avecinaba la Segunda Guerra Mundial y las naciones se rearmaban militarmente, era construir "un mundo sin odio, sin miedo y sin codicia".
John entró a formar parte del patronato en 1976 y permaneció en él hasta 1993. Como jefe contable, pensaba detenidamente en las personas que donaban dinero y una de sus principales prioridades era darles las gracias de inmediato. También se preocupaba por mantenerles informados de las noticias y los acontecimientos. Su trabajo se basaba en su fe personal.
Muchos colegas contaban historias en las que acudían a John con un proyecto muy querido para ellos, creyendo que justificaba la ayuda de los fondos centrales. Su respuesta, contundente pero afectuosa, era a menudo que necesitaban la inspiración de Dios para encontrar una forma alternativa de recaudar el dinero por sí mismos.
John nació en Wetherby, Yorkshire, hijo de un comerciante. Asistió a la escuela de gramática de Knaresborough y estudió para contador público en Leeds. Durante la guerra sirvió como sargento en el ejército en Italia y fue mencionado en los despachos. Era aficionado al deporte y seguidor del Leeds United de toda la vida.
Se casó con Betty Springall en 1965.
Gracias a su amistad con el bateador de Essex TC "Dickie" Dodds, conoció a Conrad Hunte vicecapitán del equipo de críquet de las Indias Occidentales en la década de 1960, y se hicieron muy amigos. Después de que Hunte se retirara del críquet en 1967, John y Betty se unieron a él en su campaña por la reconciliación racial en Gran Bretaña. Era una respuesta a las crecientes tensiones y disturbios raciales de la época.
John y Betty vivían felices en Twickenham, al suroeste de Londres, desde hacía 20 años. Betty le sobrevive.
Este artículo apareció por primera vez en la web de The Guardian el 26 de enero de 2014
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