Huldy Winkler, nacida el 16 de julio de 1918, era una auténtica bernesa con sentido común y una sólida experiencia vital. Mientras se ocupaba de la ropa de cama, las cortinas y las lámparas para el bienestar de los huéspedes de Caux, cuidaba mucho de las personas que la rodeaban. Las conversaciones personales que tenían lugar en la sala de costura mientras doblaba o remendaba la ropa blanca a menudo daban lugar a profundas amistades.
Huldy llegó a Caux por primera vez en 1948. Por aquel entonces, limpiaba para una familia de Berna. Le pidieron que se hiciera cargo de la lavandería, lo cual era una tarea enorme en aquella época: ¡hasta 1.000 personas a la vez! Mujeres de toda Suiza y del extranjero se dedicaron a este trabajo durante más o menos tiempo. Huldy no rehuyó nada: ni hacer cortinas para el teatro, ni preparar cien almohadas para el día siguiente, ni remendar un gran montón de sábanas. Lo hizo todo con mucho cuidado, lo que permitió a Caux ahorrar miles de francos... Durante el trabajo conjunto se abrieron los corazones y Huldy también se ganó la confianza de los empleados. Si alguien pasaba por un momento difícil, ella le ayudaba a superarlo.
Entre las conferencias de Caux, participó en las acciones de Rearme Moral en la Alemania de posguerra. Además, su propia familia era muy importante para ella. Cuidó de su madre durante dos años y de la familia de su hermana cuando ésta se estaba muriendo. Más tarde, cuando estuvo en una residencia de ancianos, sus sobrinos y sus familias estuvieron con ella hasta el final.
Murió el 22 de noviembre de 2007. Su funeral tuvo lugar en la iglesia de Blumenstein, donde Huldy fue bautizada y