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Michael Barrett fue pionero del movimiento de Rearme Moral como secretario de Frank Buchman, su fundador estadounidense. Estaba con Buchman en la Selva Negra, cerca de Freudenstadt, en 1938, cuando Buchman, rumiando sobre la inminente guerra, dictó por primera vez su pensamiento de que "el próximo gran movimiento en el mundo será por el rearme moral y espiritual de todas las naciones".
Barrett acompañó a Buchman a Estados Unidos en 1939 para lanzar allí el MRA. El objetivo era poner en marcha un programa de construcción moral en las fábricas estadounidenses. Durante la Segunda Guerra Mundial, Barrett sirvió como capitán en la 8ª Fuerza Aérea estadounidense, que pilotó los aviones de punta durante el desembarco del Día D. Con 250.000 efectivos de la USAF destinados en Gran Bretaña, Barrett hizo mucho por fomentar la cooperación entre los mandos de la USAF y la RAF, proponiendo un intercambio de conocimientos y técnicas de bombardeo. Fue nombrado jefe de Información y Educación de la 8ª Fuerza Aérea, responsable de la creación de 60 escuelas de formación profesional para su personal.
Hijo de un hombre de negocios de Edimburgo, Barrett había conocido el Buchman's Oxford Group, precursor del MRA, en la Universidad de Oxford, donde se licenció en Política, Filosofía y Economía en 1933.
Se casó con Margaret Carey-Evans, nieta de David Lloyd George, y juntos participaron en la labor de reconciliación del MRA en la India, el sudeste asiático, Sudáfrica y Rodesia/Zimbabue. Alto y digno, Michael Barrett conservaba una fe firme y un seco sentido del humor. Se sentía a gusto con reyes y presidentes, pero nunca perdió el toque común.
Adaptación de una necrológica de Michael Smith
